De mediano tamaño, manso carácter y simpática apariencia, el conejo es el blanco perfecto del maltrato animal. El niño lo quiere como compañero de juego; el adulto lo demanda en su plato, preferiblemente al ajillo, y el cazador —sí, ese “profesional” supuestamente involucrado en la regulación del hábitat— ve en él un botín tan fácil como gratificante para la perfecta jornada campestre. Su idoneidad es su perdición.
Pocos saben que la mayoría de los 52 millones de conejos criados cada año en España mueren sin haber olfateado felicidad alguna
Entre la ganadería (que los cría, hacina y asesina sin compasión alguna amparándose en la falta de legislación), la caza (que no sólo los persigue en su hábitat natural, destruyendo familias enteras, sino que incluso los suelta artificialmente en zonas cerradas para facilitar aún más tan vergonzoso acto de cobardía) y el cuidado doméstico, este último es, por supuesto, el mejor destino para los conejos criados en cautividad, pero, tal y como se concibe hoy en día, también dista mucho de ser idóneo. Y es que, acostumbrada como está a alojar a los roedores en diminutas jaulas donde estos cuentan con poco más que alimentación y cobijo, la humanidad ha optado por ignorar sus verdaderas necesidades. Tierno y bonachón, el conejo parece la mascota perfecta, pero a menudo tan sólo lo es para su dueño: él detesta las jaulas y más aún que lo toquen, abracen y muevan de aquí para allá, con lo que la única forma correcta de tenerlo de animal de compañía es evitar tanto el vocablo “mascota” como todo lo que este conlleva y limitarse a convivir con él, dejando que deambule libremente por nuestra casa y que sea él quien decida qué mimos darnos (y cuándo dárnoslos).
Ahora mismo nada impide a los criadores de conejos estamparlos contra el suelo, arrojarlos vivos a contenedores de residuos o mantenerlos enfermos con heridas abiertas
Respondiendo a esta triste realidad, el eurodiputado animalista alemán Stefan Eck hizo una propuesta legislativa de regulación de las condiciones de cría de conejos que será debatida el próximo 25 de enero en la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural del Parlamento Europeo. Hablamos, como casi siempre en el terreno animal, de condiciones mínimas (en este caso: prohibir la cría en jaulas y exigir el aturdimiento previo antes del sacrificio), pero aun así será difícil que la propuesta siga adelante considerando que el trato de los mal denominados “animales de granja” es un asunto que se antoja trivial para la mayoría de políticos pese a todo el sufrimiento que conlleva.
PACMA inició una campaña para instar a los eurodiputados contrarios a replantearse su postura, siendo nuevamente la concienciación ciudadana de vital importancia
Con esta propuesta legislativa no se pretende poner fin a la cría de conejos, sino tan sólo reducir paliativamente el sufrimiento derivado de ella. Que la cunicultura lo vea como una simple y llana molestia es comprensible, pero ¿no deberían los políticos luchar por poner poco a poco fin a la crueldad de la industria cárnica? Y, sobre todo, ¿no deberíamos los demás indignarnos ante tamaña dejadez? En Europa, la mayoría se escandaliza al enterarse de que la carne de perros, gatos y caballos se consume en otros rincones del mundo. “¡Se comen a sus animales de compañía!, ¡qué inhumano!”, dicen. Y hay mucha razón ahí, pero también mucha hipocresía: ¿acaso no hacemos nosotros lo mismo con los conejos?, ¿acaso no los vemos como presa, juguete o alimento según convenga pese a la ternura que su suavidad y mirada despiertan?
Basta de tanta crueldad sean un poco humanos y demuestren q con su voto pueden cambiar esta crueldad.
¿Viste que dice: «Con esta propuesta legislativa no se pretende poner fin a la cría de conejos, sino tan sólo reducir paliativamente el sufrimiento derivado de ella.»? Puro bienestarismo, lavar la cara… especismo camuflado.
Llevan siempre la de perder comparados con el perro y el gato.
Por favor no sean bestias apliquen la legislación para que disminuya tanta tortura innecesaria. Son animales muy inteligentes y sensibles. Sean amables y disminuyan su sufrir.
Me parece increíble lo que hacen con los animales para consumo, yo no como animales pero si ustedes no van a dejar de consumirlos por favor saquenlos de las jaulas en batería. Ya que van a morir por lo menos que el poco tiempo que tienen de vida que puedan estar en semilibertad, para ellos y para mi lo mejor sería que la gente tomara conciencia y no consumiera animales.
«Con esta propuesta legislativa no se pretende poner fin a la cría de conejos, sino tan sólo reducir paliativamente el sufrimiento derivado de ella.» Con ese final ARRUINASTEIS el mensaje. Basta ya de especismo. ¡Abolición, veganismo YA!
Hola Nieve. Esto es un blog y cada texto viene firmado por su autor, que no tiene porque coincidir con la linea y estrategia del partido. Por eso es un blog y no la página web oficial de PACMA.
Por otro lado, lo que creemos que viene a decir el autor del texto es una mera explicación del recorrido que tiene esta iniciativa en el contexto político actual, sabiendo que la mayoría de los eurodiputados se oponen incluso a los pequeños avances que mejorarían las terribles vidas de padecimiento de estos animales.
Si por nosotros fuera, las jaulas estarían vacías.
Saludos
No sirve… lo que publicamos bajo nuestro nombre/proyecto, aunque venga firmado por otra persona, lo estamos subrayando al publicarlo. Por otra parte invito a leer mi nombre letra por letra cuando me respondes, ya que me has añadido una letra.
Para que las jaulas estén vacías hemos de instar a quienes escriben para nuestra organización, a que empujen para que las jaulas estén vacías -y no llenas de esclavos «mejor tratados» como claramente dice este artículo.
Para que las jaulas estén vacías hemos de centrarnos en la LIBERACIÓN ANIMAL y no en el BIENESTARISMO. Y conviene informarse bien sobre estos conceptos; de lo contrario no sólo no ayudamos al movimiento sino que lo frenamos. El bienestarismo es un PASO ATRÁS.
Estimada Nieve, da la casualidad que quien te ha respondido previanente y suscribe en este momento está respuesta lleva 16 años siendo vegano y activista. Y no comentaré muchas historias de abuelo cebolleta, pero te aseguro que cuando yo comencé a hacer activismo por los animales éramos 8, y la leche de soja no se vendía en todas las tiendas.
Pero debe ser que eso no es suficiente.
En fin, cuando lleves cierto tiempo como activista, podremos retomar está agradable conversación sobre estrategias, tácticas, fines y medios.
Cordiales saludos
Pd. Como puedes comprobar, tu nombre lo corregí inmediatamente.
«Cuando lleve cierto tiempo como activista»… ¿en serio? Llevo más de 15 años en ello. ¿Cuánto tiempo más quieres que lleve para considerarme «apta» para comentarte algo importante? No por comer vegetariano estricto uno es realmente vegano, sabes… El bienestarismo no es veganismo, y lo que se propone aquí es puro bienestarismo. «Mejorar las condiciones» es perpetuar la esclavitud. El bienestarismo es especismo del duro, camuflado de bondad, puro buenismo lavacaras. El problema no es el abuso, sino EL USO, el creerse con derecho a usar a un animal. Y si no me crees, que se plantee quien ha escrito este artículo y quienquiera que defienda esta postura de «mejorar las condiciones, pero sigamos sirviéndonos de la vida de otros», que se plantee decir lo mismo sobre la trata de blancas, a ver qué tal os va.
La coherencia es lo primero.